top of page
Ad.Realis (4).png

Escasez del 50% de guardias de seguridad en Nuevo León ante auge industrial

  • Foto del escritor: AD.COGNIS Universo del Saber
    AD.COGNIS Universo del Saber
  • hace 7 días
  • 3 Min. de lectura
ree

Monterrey, N.L. — El acelerado crecimiento industrial que vive Nuevo León está dejando ver un nuevo reto para el sector laboral: la falta de personal en servicios de seguridad privada. De acuerdo con Sergio López, director general del Grupo Locsa, actualmente se estima que existe un déficit del 50 por ciento de guardias de seguridad en el estado, derivado del fuerte incremento de la demanda provocada por la llegada de nuevas empresas y el desarrollo de naves industriales en la zona metropolitana.


El especialista explicó que el fenómeno no es nuevo, pero sí se ha agudizado en los últimos dos años con la expansión de parques industriales, la construcción de plantas manufactureras y el auge del nearshoring, que ha colocado a Nuevo León como uno de los principales receptores de inversión extranjera en México.

“Por cada empresa que llega, se requiere un número importante de guardias para el resguardo de instalaciones, accesos, transporte y mercancías, pero la oferta de personal no está creciendo al mismo ritmo”, señaló López.


El segmento de seguridad privada ha sido históricamente uno de los más demandados en el ámbito industrial, comercial y residencial. Sin embargo, el contexto actual ha generado una presión adicional sobre las compañías que ofrecen este tipo de servicios, pues se enfrentan no solo a la falta de personal, sino también a la necesidad de elevar los estándares de capacitación, cumplimiento legal y condiciones laborales para retener a los empleados existentes.


“Nos encontramos con que hay muchos proyectos nuevos, pero simplemente no hay suficiente personal disponible. Además, muchos guardias migran constantemente de empresa en busca de mejores sueldos o prestaciones, lo que complica aún más mantener plantillas estables”, agregó el director de Locsa.


Según López, el déficit actual también obedece a factores socioeconómicos y laborales. Entre ellos destacan los bajos salarios históricos del sector, los extensos horarios de trabajo y la falta de incentivos de formación. “Para muchos trabajadores, ser guardia representa una opción temporal o de paso, y no una carrera a largo plazo. Eso limita la profesionalización y genera una rotación muy alta”, puntualizó.


En respuesta a esta problemática, diversas firmas de seguridad en el estado están buscando automatizar parte de sus operaciones con sistemas de videovigilancia, monitoreo remoto y control de accesos digitales. Sin embargo, los especialistas coinciden en que la tecnología solo puede complementar, no sustituir, la labor humana, especialmente en espacios donde la presencia física es indispensable para la seguridad integral de las empresas.


El déficit del 50 por ciento, estimó López, podría mantenerse durante los próximos años si no se implementan políticas de capacitación y mejora salarial que hagan más atractivo el trabajo de guardia. Asimismo, consideró fundamental establecer alianzas entre el sector privado, instituciones educativas y autoridades para impulsar programas de formación especializados y profesionalizar la industria.


“Nuevo León necesita consolidar su crecimiento con infraestructura humana calificada. No basta con tener nuevas plantas y parques industriales; también se requiere personal preparado para garantizar la seguridad de esos espacios”, apuntó.


De acuerdo con datos del Clúster de Seguridad de Nuevo León y estimaciones de cámaras empresariales, la demanda de personal de seguridad privada podría aumentar entre un 20 y 30 por ciento adicional en los próximos dos años, si continúa el ritmo actual de inversión. Esto obligará a las empresas del ramo a adaptarse rápidamente y a ofrecer condiciones más competitivas para atraer y conservar a sus trabajadores.


En un entorno donde el nearshoring continúa impulsando la llegada de corporaciones internacionales a la entidad, el déficit de guardias de seguridad se perfila como uno de los desafíos más inmediatos para las operaciones logísticas e industriales de Nuevo León.

“Estamos frente a un reto que requiere soluciones conjuntas y visión a largo plazo. La seguridad es un pilar clave para la productividad, y sin ella, cualquier desarrollo económico se vuelve vulnerable”, concluyó López.

 
 
 

Comentarios


bottom of page